Las globedas: que regresen las familias y se vayan los borrachos
Por: Luis Padilla Malca
Las globeadas fueron creadas en el 2015 con un objetivo: sacar a los “carnavaleros” del centro histórico y evitar daños. En un inicio eran niños y adolescentes jugando con agua en la explanada Qhapac Ñan. Para atraer más gente se pusieron grupos musicales “de peso”. El objetivo se sigue cumpliendo, pero el formato, y el alcohol, han desvirtuado todo.

La estrategia es muy buena y funciona. Pero hay que pensar de nuevo ciertas cosas. ¿Las globeadas se ha creado para los niños? Pon activaciones para niños. ¿Hay dónde comer? que los barrios sean encargados de los quioscos. ¿Hay presupuesto? Contrata un grupo “de peso” menos y de ahí sale la plata. Una fiestita gratis menos, y de ahí sacas el presupuesto. Que vuelvan las familias.
Las fiestas gratis: Si todo es gratis, fácil viene y fácil se va. Si en una “globeada” cobras, por ejemplo, un sol o dos soles cada entrada, se puede juntar hasta 6 mil soles por día, en un buen día. Con esa plata pagas seguridad, hasta limpieza. Es una idea. Incluso para pagar grupos cajamarquinos que sean invitados a tocar. Menos cumbia y más carnaval. Que vuelvan las familias y se vayan los borrachos.
Las redes sociales muestran gente tan ebria que no puede ni hablar, caminar. ¿Tiene culpa el alcalde? Al principio que cada uno responde por sus actos, pero ¿Qué pasa cuando tienes a la mano tal cantidad de alcohol, que puedes comprar sin problemas? Pues bebes. Peor si quieres impresionar a tu grupo, y no tienes control, pues bebes hasta que no puedes ni pensar. Así funciona.
Se podría prohibir que se venda trago a menores de edad, o que a partir de las tres o cuatro de la tarde esté prohibido vender. El que quiere seguir tomando, que se vaya a su casa. A la persona que vende fuera de hora, se la retira. Con una ordenanza que prohíba el formato de venta de alcohol se puede hacer. ¿Quién vigila? Seguridad contratada y pagada con la entrada que se cobra. Prioridad a grupos cajamarquinos, definir el público a captar y el formato, además de la venta de alcohol, puntos a resolver. No se acabarán los espectáculos patéticos de la noche a la mañana, pero si no se hace algo, el Carnaval terminará igual de enfangado que algunos. ¿Fiesta más alegre? El único alegre es el que te vende la botella de un trago que nadie sabe cómo se preparó.